EL BREZO: OTRO
REMEDIO NATURAL PARA LA CISTITIS



El brezo
es un pequeño arbusto frondoso con tallo ramificado que crece sobre los
acantilados marinos, en las landas y en los bosques claros de suelos pobres.
Al final
de otoño todos estos lugares adquieren un bonito color con las tonalidades
malvas de sus flores.
EL ANTIINFLAMATORIO URINARIO
En
fitoterapia se utilizan sus flores, recolectadas cuando empiezan a abrirse, por
su interesante actividad frente a diversas infecciones renales.
Sus
taninos y flavonoides ejercen una acción antiinflamatoria que tiene lugar principalmente
en las paredes de la vejiga, permitiendo aliviar los fuertes dolores asociados
a la cistitis.
Esta
acción se ejerce también sobre la próstata y complementa la acción de la raíz
de ortiga en el tratamiento de la hipertrofia prostática.
El brezo
es un potente diurético, propiedad especialmente interesante en los casos de
infecciones del tracto urinario, ya que se eliminan de este modo las toxinas.

Para
conseguir el efecto adecuado en crisis agudas o crónicas, así como para
prevenir las recaídas, se asocia habitualmente a la gayuba, otra destacada planta en el tratamiento de la cistitis y
con gran potencia como antiséptico.
Resumiendo las características del brezo, podemos decir que las más relevantes son las siguientes:
– Astringente.
– Diurético.
– Antiséptico de las vías urinarias: cistitis, pielitis, urolitiasis, oliguria.