Los cepillos interdentales son los grandes olvidados en la higienes bucodental. La mayoría de las personas utilizan los cepillos de dientes normales de toda la vida, los eléctricos y hasta enjuagues bucales, pero muy poca gente utiliza los cepillos interdentales o la seda dental para limpiar correctamente los dientes.
Esta semana en
Farmacia Estrada os hablaremos sobre
qué son y cómo se utilizan los cepillos interdentales, los cuales, sin duda, son muy importantes en la correcta higiene bucodental.
Los cepillos interdentales son cepillos de dientes pero muy pequeños y, a diferencia de los normales, éstos tienen un cabezal cilíndrico.
Sirven para limpiar adecuadamente el espacio interproximal, es decir, el espacio entre diente y diente. Éstos cepillos están indicados para eliminar la placa dental que se crea en éstas zonas, un lugar de difícil acceso para los cepillos de dientes tradicionales, ya que sus filamentos no llegan.
Éstos cepillos en miniatura deben utilizarse, como mínimo, una vez al día, tras el cepillado normal de los dientes y antes de utilizar el enjuague bucal. Existen pastas de dientes específicas para éstos cepillos, pero normalmente, no suelen ser necesarias.
Los cepillos interdentales se clasifican por tamaños, dependiendo de si la zona en la que se va a utilizar es mayor o menor. Sus tamaños van acompañados de un color específico para cada tamaño, generalmente, de menor a mayor tamaño son: rosa, naranja, verde, rojo, amarillo, azul, morado y blanco.
¿Qué diferencias tiene con el hilo dental?
Realmente realizan la misma función, pero en distintos espacios. El hilo dental está indicado para los espacios interproximales más cerrados, aquellos que tengan escasas dimensiones; mientras que los cepillos interdentales se utilizan en espacios más abiertos.
¿Cómo se utilizan?
Cualquier persona puede utilizar los cepillos interdentales, pero están especialmente indicados para aquellas personas que tengan ortodoncia o implantes dentales.
1. Primero, utiliza el cepillo interdental recto, entre los dientes anteriores. Introduce el cepillo con cuidado entre tus tientes, sin forzar, a la altura de la encía, si no entra, debes cambiarlo por un tamaño más pequeño.
2. Mueve el cepillo en toda su longitud de dentro hacia afuera un par de veces en cada diente.
3. Para acceder fácilmente a los dientes posteriores (las muelas), utiliza un cepillo interdental más fino, para poder curvar su cuello realizando una ligera presión con el dedo. Y realiza el mismo movimiento que en los dientes anteriores, de dentro hacia afuera.
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