CARDO MARIANO: EL
PROTECTOR DEL HÍGADO
El Cardo
Mariano es una planta bisanual, cuyas hojas presentan unas manchas blancas
características cuyo origen según una leyenda medieval estaría relacionado con
la Virgen María.
Cuenta
ésta que la Virgen utilizó las grandes hojas de un cardo para ocultar a Jesús
de los soldados de Herodes y al escapar precipitadamente, de su seno cayeron
algunas gotas de leche que perdurarían por siempre en esta especie botánica
como recuerdo de tan señalado día.
Sin
duda, es una de las plantas que cuenta con mayor número de investigaciones
científicas. Su fruto contiene silibina, silcristina y silidianina, tres
sustancias que forman en conjunto un complejo hepatoprotector conocido como silimarina.
La
silimarina protege al hígado al actuar como un antioxidante y promover la
regeneración de las células del hígado. Además combate las sustancias
hepatotóxicas, como el alcohol, las drogas u otros tóxicos de origen
alimentario, ayudando a prevenir o a sanar los daños que estas sustancias
producen en el hígado.
Esta
sustancia también favorece la secreción de la vesícula biliar, por lo que se
recomienda en caso de insuficiencia hepática o de cálculos biliares. De su
asociación con la fumaria se obtiene un excelente efecto de drenaje hepático.
La
silimarina se ha usado (sobre todo en Europa) para tratar la hepatitis, el daño
al hígado debido al alcoholismo y al envenenamiento por ciertos tipos de
hongos.

El Cardo
Mariano produce un importante efecto antiinflamatorio y es asimismo un hemostático
natural utilizado en el caso de hemorragias nasales frecuentes y de reglas muy
abundantes. También actúa contra dolencias como gripe, catarro, cistitis, asma
o alergia.