HOMEOPATÍA CONTRA
EL DOLOR DE CABEZA

Los
dolores de cabeza o cefaleas son un tipo de dolencia frecuente que perjudica la
calidad de vida. Los remedios homeopáticos, múltiples y diversos, son útiles
para tratarlo o prevenirlo.
La
cefalea es una de las razones más comunes de consulta médica. Cuando afecta a
la mitad del cráneo, se denomina migraña o jaqueca.
Esta
afección neurológica es sufrida por más de 3,5 millones de personas en España y
es considerada por la Organización Mundial de la Salud como una de las 20
enfermedades más incapacitantes. Afecta algo más a las mujeres e incide
principalmente en personas de entre 20 y 50 años.
Su
repercusión en la calidad de vida es muy grande, ya que no solo afecta al
ámbito personal, sino también al social y familiar. A pesar de esto, casi una
cuarta parte de los que lo sufren, no han consultado a su médico.
Las
cefaleas pueden ser el síntoma de una amplia gama de patologías, la mayoría de
ellas benignas. El 90% se debe a trastornos vasculares o de la tensión, y los
restantes a disfunciones de las cervicales, las estructuras dentarias, la
mandíbula o traumatismos.
Algunas
pueden ser una manifestación de una enfermedad más grave, por lo que el
afectado debe ir al médico si aparece algún síntoma de peligro, como puede ser,
cuando el dolor se presente a primera hora de la mañana o que despierte al
paciente, si genera visión borrosa o doble, cuando aumente en frecuencia o
intensidad durante semanas, cuando produce deficiencias sensoriales o motrices,
rigidez de la nuca…
Los
remedios homeopáticos para combatir o prevenir estos dolores de cabeza son muy
numerosos y se suelen clasificar según los síntomas acompañantes:
– Digestivos (náuseas, vómitos, dispepsias): Venus mercenaria, Iris versicolor,
Lac caninum o Kalium bichromicum, asociados a remedios de fondo como Nux
vomica, Sulfur o Lycopodium.
– Circulatorios (dolores pulsátiles acompañados de congestión cefálica):
Belladonna, Melilotus, Sanguinaria canadensis o Ferrum metalicum, asociados con
remedios de fondo como Lachesis mutus o Arum muriaticum.

Asociados a trastornos hormonales (cefaleas premenstruales): Cyclamen y Actaea
racemosa. Pueden asociarse a remedios de fondo como Sepia, Ovarium o
Pulsatilla.

Asociados a distonía (estrés, cansancio, trastornos del sueño): Ignatia Amara,
Kalium Phosphoricum o Zincum metalicum, pueden asociarse a remedios más fuertes
como Calcarea Phosphorica, Silicea o Natrum muriaticum.

Asociados a procesos reumáticos (dorsalgias o cervicalgias): Rhododendron y
Dulcamara, pueden asociarse a remedios como Sulfur iodatum o Natrum sulfuricum.
Es
importante que quienes tienen con frecuencia migrañas, adopten ciertas medidas
de prevención en su vida cotidiana:

Identificar y evitar los factores ambientales que desencadenen las cefaleas,
como alergenos, ruidos, humo…
– No
consumir alimentos que puedan reducir el umbral del dolor, como el marisco,
chocolate, vino tinto, etc.
– Hacer
ejercicio habitualmente.
– Tomar
los medicamentos prescritos para la prevención y no automedicarse.

– Evitar
dormir excesivamente e intentar que el sueño sea efectivo.