COMPLEMENTOS
ALIMENTICIOS: UNA AYUDA CUANDO LA NECESITAMOS

Se
denominan complementos alimenticios a productos concentrados de nutrientes o
sustancias que tienen un efecto nutricional o fisiológico. Dentro de este grupo
podemos encontrar una amplia variedad de nutrientes como las vitaminas, los
aminoácidos, los minerales, las proteínas, los ácidos grasos esenciales o los
antioxidantes.
Los
complementos alimenticios son productos que sirven para reforzar una dieta
normal, o para compensar alguna carencia que tengamos.
Es muy
importante tener muy claro que estos productos no son medicamentos, por lo que
no se necesita receta para su adquisición, aunque es aconsejable que sean
dispensados y recomendados por un profesional sanitario, como el farmacéutico
ya que conoce el estado de salud de la persona.
Por otra
parte, los complementos alimenticios no están destinados a curar ninguna
enfermedad, sino para mejorar el bienestar de la persona que lo consume.
Aunque
no sean medicamentos, estas sustancias están sometidas a una estricta
legislación que les hace seguros para su consumo, si facilitan la
identificación del origen y las diferentes etapas de su proceso de producción y
distribución.
Además,
la ley obliga a etiquetar las sustancias que lo componen, así como las
indicaciones de uso en las que se deben tomar y los aportes diarios
recomendados.
MOMENTOS EN LOS QUE SE DEBEN
UTILIZAR
Una de
las razones por las que se debe recurrir a estas sustancias es cuando debido al
elevado ritmo de vida que llevamos o al sedentarismo, tenemos una dieta poco
variada que nos provoca un déficit nutricional.
Hay
otros casos en los que hay personas que por circunstancias concretas necesitan
cubrir ciertas necesidades nutricionales con suplementos porque a través de la
alimentación no es posible, como por ejemplo en personas con alguna enfermedad
crónica o en embarazadas. Ellas
necesitan un aporte importante de ácido fólico y yodo que no siempre pueden
conseguir a través de la comida. Algo similar ocurre con los vegetarianos estrictos
que suelen presentar un déficit de vitamina B12.

También
se da otra situación, la de gente que los toma cuando no les hace falta, sin
tener en cuenta que una ingesta excesiva puede resultar perjudicial para su
salud.