TIPOS DE TOS Y SUS
TRATAMIENTOS
La tos
es una forma importante de mantener nuestra garganta y las vías respiratorias limpias
y despejadas, siendo uno de los motivos más habituales de consultas a médicos y
farmacéuticos.
No es
una enfermedad en sí misma, sino un síntoma que acompaña a gran cantidad de
patologías, la mayoría de veces como signo de las afecciones y en algunas
ocasiones como componente de la enfermedad.
La tos
se puede clasificar en varios grupos:
– Tos
aguda: es la que se asocia a infecciones de las vías respiratorias, ya sean de
origen vírico o bacteriano. Salvo alguna excepción suelen ser benignas y no
requieren de atención sanitaria.
– Tos
crónica: es aquella que se mantiene de manera continuada durante periodos
superiores a 2 o 3 semanas. Aunque puede ser debida a muchas patologías
diferentes, las causas más comunes son: el asma, el reflujo gastroesofágico y
otras alteraciones del tracto digestivo superior. La mejor solución para este
tipo de tos, es eliminar la enfermedad o causa subyacente de la misma.
– Tos
seca: es aquella que no esta asociada a la eliminación del contenido mucoso de
las vías respiratorias, la flema o el esputo. Es muy irritante y se debe tratar
intentando suprimirla o transformarla en tos 
productiva.
– Tos
productiva: este tipo de tos va ligada a la eliminación de mucha mucosidad y
expectoración, y está asociada generalmente a la infección de las vías
respiratorias. El drenaje eficaz de ese exceso de mucosidad  es positivo para la evolución favorable de la
infección, por lo que este tipo de tos nunca se debe intentar suprimir.
No
debemos olvidarnos de que la tos es un sistema de defensa de nuestro organismo,
por esto debemos intentar tratar la causa, no el efecto. No obstante, a menudo
debemos tratarla para disminuir la incomodidad que conlleva (insomnio,
nerviosismo, dolor torácico, irritación bronquial…)
Desde el
punto de vista farmacológico hay dos tipos de fármacos para el tratamiento
sintomático de la tos: los antitusivos, cuyo objetivo es la supresión de la tos
o al menos la disminución de su frecuencia e intensidad; y los mucolíticos y
expectorantes, cuyo objetivo es transformar la tos seca (no productiva) en tos
productiva con abundante expectoración.
Todos
estos fármacos como pueden ser la codeína, yoduro potásico, antihistamínicos,
dextrometorfano… presentan en muchas ocasiones efectos secundarios como
dependencia, alteraciones del sistema nervioso central, nerviosismo, etc, por
lo que su uso en menores de 6 años no está indicado de forma habitual. Ante esta
situación, el uso de medicamentos homeopáticos es cada vez mas elevado en
pediatría, ya que estos medicamentos carecen de efectos secundarios, son
eficaces, rápidos y seguros, siendo por tanto 
muy recomendados para el tratamiento de la tos en niños.

Concretamente, el uso de jarabes homeopáticos es el más habitual, ya que
sus componentes permiten calmar la tos seca, y su acción mucolítica y
expectorante, permiten ser un alivio para la tos productiva. Además sus sabores
agradables junto con su acción segura los hacen idóneos para su uso en niños,
lo que no quiere decir que no sean un muy buen aliado en la lucha contra la tos
en adultos.