¡Hola chic@s!
Últimamente estamos viviendo un auténtico “boom” en el grandioso mundo de la belleza, el “boom” de las mascarillas faciales.
Las mascarillas faciales son una de las partes fundamentales de la rutina de belleza que debemos seguir para que nuestra piel esté siempre sana y bella.
Las mascarillas son un auténtico salvavidas en muchos casos, por ejemplo cuando nos saltamos más de una vez algunos de los pasos de rutina de cuidado facial por falta de tiempo o falta de ganas (no nos engañemos…).
Estos tratamientos que aplicamos sobre nuestro rostro tienen la finalidad de mimar y cuidar en profundidad nuestra piel.
Ejercen un masaje al cutis y llenan la piel de nutrientes para que esté totalmente saludable, profundamente limpia y exfoliada, resumiendo, ¡las mascarillas son un verdadero chute de nutrición y energía para la piel!
Las mascarillas faciales están compuestas por distintos ingredientes dependiendo de cual sea su finalidad (exofoliante, hidratante, nutritiva, energizante…) pero, generalmente, suelen estar compuestas por frutas, aceites vegetales, arcillas, esencias, aguas florales ¡y otros muchos ingredientes!
En el mercado podemos encontrar dos tipos de mascarillas: las mascarillas líquidas/arcillas y las mascarillas de celulosa.
·Las mascarillas líquidas/arcillas se aplican en el rostro con la yema de los dedos dando pequeños y suaves toquecitos sobre la piel, lo cual puede ser algo pringoso pero más precisas de aplicar.
La mascarilla debe actuar durante 20 minutos o hasta que veas que está seca y retirarla con la ayuda de un algodón poco a poco.
Si quedan restos de mascarilla sobre la piel, lava tu cara como siempre con un poco de agua y, después, aplica tu crema o sérum de siempre.
·Por otro lado, las mascarillas de celulosa son más fáciles de aplicar, tan solo deberás sacarla del paquete y ponerla sobre tu cara, verás como se amolda perfectamente.
Deja que actúe el tiempo indicado en el paquete y después, tan solo deberás tirar de ella para retirarla.
Se recomienda utilizar las mascarillasuna o dos veces a la semana, dependiendo de las necesidades de nuestro tipo de piel y ¡siempre eligiendo la adecuada!
Ya sabéis donde podéis encontrarlas ¿no? ¡En nuestra farmacia!
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